Escuela de surf Longbeach
Si estás iniciándote en el mundillo del surf y estás buscando un surfcamp en Asturias, esta es tu opción. Situados en Salinas, Ciudad del Surf, esta escuela lo tiene todo: monitores competentes, instalaciones acogedoras y buen rollo. ¿Quieres saber más sobre Longbeach? Te contamos a continuación.
Yo (Manu) conocí a Misa y María, los dueños del camp, hace unos años, en 2013. Han pasado unos cuantos años ya, pero quienes al principio eran mis monitores de surf, tiempo después se convirtieron en grandes amigos. En todo lo que hacen ponen siempre muy buen humor, una sonrisa en la cara y profesionalidad. Como personas tienen un 10 y en el trato a los amantes del surf que pasan por sus instalaciones, por lo menos un 20.
Gracias a esta escuela podrás conocer gente (siempre están llenos) y aprender surf. Es perfecto si, como nos pasa a nosotros, vives lejos del mar. Es el típico lugar en el que te sientes como en casa y haces amigos surferos, cosa que se agradece.
Además, la zona en la que está ubicada, a unos metros de la playa, es ideal. Salinas es un punto de encuentro de surfistas de todos los lugares del país.
Instalaciones del surfcamp
La casa de Longbeach se encuentra en un paseo bastante tranquilo, cerca del centro de la ciudad y de la playa. Es un chalet muy amplio que cuenta con tres plantas. Hay un total de cinco habitaciones con literas para que te encuentres inmerso en un campamento al 100%.
Disponen de una cocina para que puedas prepararte, si lo deseas, tu propia comida. Asimismo, a 5 minutos de la casa hay un supermercado y en la cocina podrás guardar tu compra sin problemas. Aunque a día de hoy ofrecen, además, alojamiento en régimen de pensión completa con diferentes tipos de menús: vegetarianos, veganos, healthy e incluso menú panzón. Si no optas por pensión completa, has de saber, que el alojamiento igualmente incluye desayuno.
En Longbeach disponen de un salón, zona común donde podrás conocer al resto de huéspedes, ver pelis, leer o jugar a la play. Por otra parte, en el semisótano, puedes acceder a un gimnasio con todo tipo de accesorios que te permitirán entrenarte para el surf. Tienen TRX, bosu, esterillas por si quieres estirar, fitballs… Así como un proyector para ver ejercicios dirigidos a mejorar la técnica de tu surf.
¿Qué sería de un surfcamp sin la zona exterior? Con césped artificial, sofás, música, una zona para aclarar y colgar tus trajes de surf y, en ocasiones, donde se dan conciertos.
También hay una terraza cubierta tipo chill out para que puedas relajarte después de una sesión de surf. Con el solarium con mesas y sillas para que puedas tomar algo, además de tomar el sol, no querrás volver a casa.
Y por si fuera poco, Longbeach también tiene un almacén de tablas bajo llave para que puedas guardar tu material de surf sin problemas ni preocupaciones.
Servicios de la escuela de surf
Además del alojamiento que comentábamos antes, la escuela ofrece a sus alumnos 2 clases de surf diarias. La duración de las clases suele ser de, aproximadamente, unas dos horas. Por lo que tendrás el día prácticamente cubierto: te levantas, desayunas y a clase. Vuelves, comes, descansas y a clase. Vuelves, te duchas, cenas, comentas el día y a dormir de nuevo. ¡Lo que daríamos porque todos los días fueran así!
Las clases se dividen por niveles: iniciación, medio y perfeccionamiento. Además, hay cursos de perfeccionamiento específicos para quienes ya tienen el surf dominado y les interesa aprender maniobras.
Las clases son reducidas y tienen una parte teórica y otra práctica. La teoría se centra en enseñarte a saber leer el mar, las corrientes, cómo influye la luna llena en el mar y un largo etcétera. La práctica se da dentro del agua bien en las espumas o bien en el pico, dependiendo del nivel del alumnado.
Además, tienen todo el material, tablas y neoprenos, a tu disposición para que, si no quieres dar clase o después de esta no quieres salir del agua, lo uses sin problema.
Por supuesto, no podían faltar las actividades complementarias al surf, como clases de yoga y surf skate. También disponen de bicicletas y longboards de libre uso. ¡Más completo no podía ser!
Aquí te dejamos un vídeo resumen de la Ohana de Longbeach.
Opinión personal
Os diría que si bien el surf ha calado hondo en nuestras vidas, en mi caso (Manu), gran parte de mi adicción se la debo a Misa y María.
¿Te has caído de un chopo?¿Qué dices Manu? Os cuento, os cuento…
Esta peculiar pareja son los culpables de que se me caiga el techo en Madrid, me pase las semanas consultando el parte de olas y los fines de semana de playa en playa. Y es que, pese a que había pisado varias escuelas antes de coincidir con ellos, hasta ese momento había aprendido bien poco -disfrutado mucho, eso sí- ya que la atención, el trato y la dedicación que recibes dista mucho de la media. No solamente se preocupan de que te sientas bien, sino que son de ese tipo de personas que transmiten. Y transmiten valores, transmiten buen rollo pero además, transmiten surf por cada uno de sus poros, ¡y eso se contagia!
Longbeach es amistad, es amor, es diversión, es conocer gente, es sufrir juntos en el agua, desgastarse juntos camino al pico y emoción compartida entre los que cabalgan alguna ola durante las clases.
Es por eso que, pasé por allí múltiples veces como alumno, continúo visitándoles como amigo, y se les lleva en cada nuevo reto superado en el agua. ¡Una verdadera Ohana!