Escuela de surf Latas
Conocí Latas Surfhouse en Cantabria en Semana Santa de 2014, cuando unos amigos y yo decidimos probar un nuevo spot para surfear en vacaciones. Este surfcamp se encuentra en el barrio de Latas, en Somo, otros de los enclaves del Cantábrico más surfeado . Aquí no solo van personas de todo el país sino también desde muchos puntos de Europa. Surfear en Latas Surfhouse es una experiencia.
En nuestro paso por allí, y dadas las características de la oferta que tenían anunciada (alojamiento, pensión completa, clases y alquiler de equipo) pudimos dormir el grupo de 5 en una habitación de un hotel que colinda con la surfhouse. Este hecho nos alejó bastante de los ruidos que había por las noches en la misma: si quieres combinar surf y fiesta nocturna, ¡este es tu sitio!
Instalaciones del surfcamp
Cuando fuimos nos encontramos con un alojamiento en el que había varias habitaciones con literas. En este caso no puedo concretar ni el número de literas por habitación ni el número de habitaciones en total, ya que nosotros nos hospedamos en un hotel que había justo al lado.
La mayor parte del tiempo uno se lo pasa en el porche, en el que hay bancos y mesas de madera. También hay bancos para sentarse hechos con tablas de surf reciclados o hamacas. Tienen cuidado hasta el más mínimo detalle en la decoración.
Asimismo hay un porche y una pequeña barra donde sirven bebidas y por la noche, generalmente los sábados, se suele hacer barbacoa.
Junto al hotel hay un salón donde se ofrecen comidas y cenas con un menú casi cerrado, pero se come muy bien. La paella está exquisita.
En el propio surfcamp hay un bar-restaurante con un café muy bueno que pone las pilas a cualquiera antes de entrar al agua. ¡Muy recomendable!
Servicios de la escuela de Latas Surfhouse
Cuenta con la posibilidad de alquiler de trajes de neopreno 3.2 mm, al menos en aquel entonces. El problema de que sea tan fino es que se nota muy fría el agua, sobre todo si vas en Semana Santa o invierno. También influye lo friolero que seas. Desconozco si los han renovado y puesto trajes de grosor 4.3 mm, que sería lo suyo, dadas las bajas temperaturas del Cantábrico.
En cuanto al alquiler de tablas de surf la verdad es que es una gozada. Tienen un local lleno de ellas. Tanto de corcho como de fibra. De todos los tipos y tamaños, para todos los gustos y niveles. ¡Nunca había visto tantas tablas de surf juntas!
Ofrecen packs de alquiler + clase de surf, donde cada clase cuenta con una duración de 2 horas. Los horarios suelen ser una clase por la mañana y otra por la tarde. En función del monitor que toque puede haber algo de teoría antes de entrar al agua. Te hablarán de formación de olas, corrientes, técnicas como la de la tortuga o el pato, entre otras.
Opinión personal
Si quieres pasar unos días de fiesta esta opción puede ser perfecta para ti. Cuando llegamos nosotros había un grupo de (¿120 creo recordar?) chavales alemanes de unos 18-20 años que venían a bailar, escuchar música y demás. Está muy bien para conocer gente y practicar el idioma. Pero si tienes en mente algo más sencillo, de relax, conectar con la naturaleza y perfeccionar técnicas, quizá no sea este el sitio.
Los monitores que tuvimos nosotros la verdad es que se preocupaban bastante. Eso sí, el tamaño de los grupos quizá era un poco elevado y no estaban bien dimensionados. Mateo y Álex (surfeador de olas grandes) nos llenaron de buen rollo y anécdotas de lo más variopintas.
Fotos: Latas Surfhouse
